Andrés Saúl de la Serna-Tuya; Guillermina Sánchez Román; Yurixhi Gallardo; Evangelina Jasso Romero
El avance de la inteligencia artificial (IA) ha provocado debates sobre sus beneficios, impacto social y problemas éticos. A pesar del consenso sobre la necesidad de integrar la ética y establecer regulaciones para la IA, el análisis ético está en sus primeras etapas. Expertos han señalado riesgos, como las vulnerabilidades en sistemas de reconocimiento emocional. La IA está transformando áreas tradicionalmente ocupadas por humanos, lo que subraya la necesidad de que estos sistemas cumplan con normas éticas y morales. La UNESCO define la reflexión ética sobre IA como un proceso normativo basado en un marco global y multicultural.
En el ámbito educativo, la IA ha sido disruptiva, afectando la evaluación y resaltando la necesidad de formar a docentes y estudiantes en ética relacionada con la IA. La formación debe abordar no solo la integridad académica y el plagio, sino también la terminología y aplicaciones de la IA. En profesiones como el periodismo, la psicología y la medicina, se han identificado problemas éticos relacionados con la IA, como la privacidad de datos y la falta de regulación, transformando modelos de negocio y presentando problemas éticos, como la falta de interpretabilidad en las decisiones. La colaboración entre universidades y actores jurídicos es crucial para abordar estos desafíos. Metodológicamente, se realizó una revisión de literatura y encuestas para evaluar las competencias digitales de los estudiantes en áreas clave relacionadas con la IA, así como el conocimiento de tecnologías de inteligencia artificial en la educación superior.
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