Sanchez Arias Víctor Germán
Rosas Chávez Leobardo Antonio
La inteligencia artificial (IA), como un área de las ciencias de la computación, es muy reciente. Fue planteada en 1956 por el informático John McCarthy y desde entonces creó muchas expectativas, pero igualmente controversias, pues significaba que entendíamos que es la inteligencia, concepto que hasta nuestros días no hay consenso. El objetivo fue crear máquinas inteligentes que sean indistinguibles de la mente humana, la inteligencia artificial fuerte. Pero como no se cumplían las expectativas, surgió la inteligencia artificial débil, que sólo pretende ser aplicable a un tipo específico de problema y no la intención de mostrar inteligencia humana en general. Es indudable todos los aportes de la IA en diversas áreas de las ciencias y ha sido aplicada a muchos aspectos de la vida cotidiana. El impacto más reciente son las tecnologías tales como el ChatGPT desarrollado por OpenAI, el Bing de Microsoft y el Bard de Google. Todas estas tecnologías ya se han empleado en: la creación de ensayos, la publicidad, la fotografía, asistentes inteligentes y particularmente en la educación; a tal grado que muchas empresas lo ven de gran utilidad y ya han despedido a trabajadores sustituyéndolos por chatbots. Sin embargo, a pesar de todos estos recientes y vertiginosos logros, surgen las siguientes preguntas: ¿Hay inteligencia en la IA?, ¿Qué hay detrás de estas nuevas industrias?, y ¿Cuáles son los beneficios para la educación? Estas son las reflexiones que se abordarán en este trabajo.
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